Los obstetras se encargan no sólo del estado físico de la madre y de su bebé, sino que también cuidan los factores psicológicos y sociales vinculados a la maternidad.
Los controles prenatales realizados por la obstetricia permiten cuidar la salud de la mujer y de su hijo para que el parto se realice con normalidad. A lo largo de la atención prenatal, es usual que el obstetra instruya a la madre (en especial cuando es primeriza) sobre la procreación responsable y la planificación familiar.
En ciertos casos, el obstetra puede ordenar la inducción del parto si advierte riesgos de mantenerse el embarazo. Por lo general, la inducción puede realizarse en cualquier momento a partir de las 24 semanas de gestación, aunque el hecho de dar a luz a un bebé prematuro también implica riesgos para su salud.
En cuanto al parto en sí mismo, éste puede realizarse por vía vaginal (lo que constituye el parto natural) o mediante cesárea (una incisión quirúrgica en el abdomen y útero para extraer el feto). El obstetra trabajará, en ambos casos, junto al ginecólogo.
Cabe destacar que, en algunos países, la obstetricia es conocida como matronería. El especialista en esta ciencia de salud, por lo tanto, también puede recibir el nombre de matrón o matrona.